26.11.11

Avatar

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Perdón. Es horrible. Pero me gustó la idea.

En el marco del hinduismo, un avatar es la encarnación terrestre de un dios.

14.11.11

Cuento 4

Daba vueltas en la cama desde hacía, fácil, una hora. Esa noche le estaba costando mucho dormir. Más que de costumbre.
Todo el día había estado maquinándose la cabeza, pero cuando uno esta levantado es más facil distraerse. Cuando las luces se apagan y la cabeza toca la almohada, más vale dormirse rápido, porque, a veces, pasar tiempo con uno mismo puede ser realmente incómodo.
En una de sus incontables vueltas insomnes, descubrió que no estaba solo. O mejor dicho, que en su habitación había alguien más (no es lo mismo). Sentado en una silla ubicada al otro lado del cuarto, un hombre elegantemente vestido lo observaba.
Sobresaltado, se sentó de un golpe en su cama. El hombre de la silla intentó calmarlo. "No te preocupes. Nunca te lastimé, no pienso hacerlo ahora." le dijo.
-¿Cómo que "nunca te..."? -Hizo una pausa. -¿Lo conozco?
-Lo dudo. -Respondió el extraño. -Aunque yo a vos te conozco bastante bien. Llevo años en tu vida. De hecho, -dijo sonriendo -es tu vida lo que hace que yo exista.
-No entiendo... ¿Quién es usted?
El hombre de la silla se acerco muy lentamente hacia la cama, haciendo crujir el piso de madera a su paso. Se inclinó sobre el oído de su aterrado interlocutor, y susurró:
-Yo... Soy tu Miedo. -Y para cuando terminó de decir esto, ya lo había devorado.

12.11.11

Y todas estan vomitando

Las mariposas en mi estómago tienen mariposas en sus estómagos.

¿Las mariposas tienen estómago?

11.11.11

Como si no me hubiera escuchado

-Ayer soñé con vos y eras enorme. Y yo era casi miniatura. Y trataba de besarte pero era imposible. Como que nunca llegaba a tu cara. Quería agarrarla y mi mano era ínfima. Fue horrible. Tenía tantas ganas de besarte.

Ella se levantó, le dió un beso en la frente y se fue.
Él pidió un tercer café.

9.11.11

Maestra de todos

-¿Maestra González? -Preguntó uno.
Nada. Silencio total. Otra mano se levantó.
-¿Maestra Rojas? -Pero tampoco hubo respuesta.
Martina, desde la cuarta fila, apostó:
-¿Maestra Ortiz?
Una sonrisa se dibujó en la cara de la señorita que daba la espalda al pizarrón. Automáticamente los chicos empezaron a aplaudir y a vitorear a la maestra y a Martina, que había descifrado el enigma.
La maestra abrió el cajón de su escritorio, sacó un revolver
y se disparó en la sien.

Freud, me explicás por qué soñé esto?

7.11.11

Ahicito nomás

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