28.2.12

Pronóstico

Eran las 3 de la mañana y Franco no podía dormir. "Ya no es como cuando era pibe", pensó, refiriéndose a las épocas en que el sonido de la lluvia en su ventana ejercía de somnífero. Se levantó y puso la pava para hacerse unos mates.
Llovía de a ratos, de a ratos paraba. Se le cruzó por la cabeza que fuera eso, lo ciclotímico de la lluvia, lo que no lo dejaba conciliar el sueño. Por desgracia, no fue lo único que se le cruzó por la cabeza: la mujer de los ojos color mediodía aparecía tan esporádica como la lluvia que limpiaba las calles.
"Camila", dijo en voz alta. Lo repitió algunas veces más, a modo de recordarla. O recordar olvidarla. El agua para el mate ya estaba lista, y Franco había olvidado preparar la yerba, así que corrió la pava del fuego y comenzó su ritual, agitando el mate boca abajo y formando el hueco para verter el agua, como hacía siempre, religiosamente.
Cebó un mate. Cebó dos. Tres. Camila. Ocho. Camila. "No hay más agua". Llenó la pava otra vez y la puso al fuego. Las agujas del reloj lo dividían verticalmente. "En una hora me tendría que estar levantando", se dijo. Terminando el último mate, soltó una risa muy tenue, como de resignación. Afuera empezaba a llover una vez más, pero ya iba a parar.

23.2.12

De cuando el Hombre ingenuo conoció por fin a su Creador

-¿Eso qué es?
-Un vinilo.- Le respondieron.- Se pone acá, mirá...
La música empezó a sonar cuando la púa se posó sobre el disco, y todas las cabezas de los presentes estallaron.

9.2.12

ReCuerdo

Hace un par de noches, mientras intentaba dormir, se me vino a la cabeza una canción que me cantaba mi abuela cuando yo era chico y me quedaba a dormir en su casa.
No se que tiene que ver con nada, pero la voy a transcribir porque, de última, éste es mi blog y yo acá hago lo que quiero.


María Santana,
por qué llora el niño?
Por una manzana
que se le ha perdido.

Vamos para casa,
yo te daré dos.
Una para el niño
y otra para vos.

Yo no quiero una,
ni tampoco dos.
Yo quiero la mía
que se me perdió.


Nunca dejes de buscar tu manzana. No importa que haya otras.

1.2.12

Razones

Viajo, porque la meta está en algún lado.
Sueño, porque no cuesta nada.
Canto, porque el Silencio aturde.
Escribo, porque callar es demasiado triste.
Callo, porque la Verdad duele.
Grito, porque la Verdad libera.
Avanzo, porque no hay vuelta atrás.
Subo, porque ya no hay un "abajo".
Río, porque la risa asusta a la Tristeza.
Lloro, porque las lágrimas lavan el Dolor.
Temo, porque el Miedo es un fuerte aliado.