Cuando todo esté bien, cantá.
Cuando las cosas te salgan mal, cantá.
Cuando esté nublado, cantá.
Cuando el Sol brille, o llueva a cántaros, o si estás triste, lejos de casa, en una montaña, rodeado de amigos, volando...
Tomá aire. Cerrá los ojos. Y cantá.